miércoles, 25 de noviembre de 2009

MEJOR HABLAR DE SIERTAS COSAS



En medio de una nueva ola de inseguridad que amenaza con convertirse en tsunami, la farándula nacional dijo basta y salió a pedir medidas para frenar el flagelo. Marcelo Tinelli, Mirtha Legrand, Susana Giménez y demás artistas populares tomaron el micrófono en nombre del pueblo, y en el Gobierno no cayeron nada bien sus declaraciones. Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.
Susana, que en febrero sufrió el asesinato de su florista, Gustavo Lanzavecchia, dijo que está harta “como el resto de la gente”. Y Mirtha le solicitó a la Presidenta “que use la cadena nacional para darnos tranquilidad”.

La inseguridad reinante en nuestro país, con epicentro en el conurbano bonaerense, algo así como un far west del siglo XXI, no es nueva. Los reclamos de los famosos, tampoco. Pasaron nueve meses desde que retumbó en los medios “el que mata tiene que morir”, la polémica frase de Susana Giménez que reinstaló el tema de la pena de muerte, luego del brutal asesinato de Gustavo Lanzavecchia, su florista. Frase que, además de llenar páginas de diarios, minutos de aire radial y horas de pantalla chica, despertó el reclamo de los artistas más queridos por el gran público. Y a la vista de las reacciones que hubo desde Balcarce 50 y direcciones afines, al Gobierno no le cayó nada bien que la farándula se salga del libreto. Parece que es mejor no hablar de ciertas cosas. “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”, canta Joan Manuel Serrat. Y hoy la verdad nos da un cachetazo de lunes a lunes. ¿O no es angustiante ver a diario móviles periodísticos desde velatorios abarrotados de indignación e impotencia por una nueva muerte absurda a manos de delincuentes? No importa si es por un auto, una salidera bancaria o un par de zapatillas. El fin justifica los medios de los malvivientes. Y la ¿sensación de? inseguridad a la que se refirió Aníbal Fernández, se convierte en sensación de... bronca. Esa misma bronca es la que expresaron en los últimos días personajes tan populares como Marcelo Tinelli (49), Susana Giménez (65) y Mirtha Legrand (82). Cada uno desde su lugar y a su manera. Pero con un mismo mensaje de fondo: “Basta de inseguridad”. “¡Qué violencia! ¡Qué locura! Acá todavía estamos discutiendo si los metemos presos, si 16 años, si 17, si lo derechos humanos. El único derecho humano es el derecho a la vida, y están matando a la gente por la calle de una manera impresionante” , exclamó Tinelli desde Show - Match. Y pidió: “Paz y justicia. Es lo único que queremos todos los habitantes que pretendemos vivir en este país. Nada más que eso. Y por eso votamos, porque queremos este sistema, que es el mejor. Por Dios, que alguien haga algo para que no tengamos que tener ni diez ni tres ni dos, ni un muerto por día”.
Mirtha Legrand, a su vuelta de Miami, donde festejó el cumpleaños de su hija, Marcela Tynaire, también sentó posición al respecto. “Nosotros tenemos la posibilidad, la fortuna, la suerte de poder hablar, de tener un micrófono. Yo sé que ustedes (por los televidentes) piensan del mismo modo. No piense ‘ay, ésta que gana tanto’. Sí, yo gano, y gano muy bien, por eso trabajo tanto, y por eso gracias a Dios la gente me quiere. Pero antes que nada soy ciudadana. Y tengo derecho a exigir, a pedir seguridad. Que nos cuiden, que no nos maten, que no nos asalten, que no violen a las jóvenes, que no maten a una persona por un par de zapatillas. Así que atención, a ponerse las pilas, que la Presidenta salga, que use la cadena nacional para hablarnos a todos los argentinos y darnos un poco de paz y un poco de tranquilidad, porque así no se puede vivir, así no se vive”.
Susana Giménez, si bien no habló directamente desde su programa, tampoco le esquivó al tema. Al ser consultada por la prensa sobre la ola de inseguridad que amenaza con convertirse en tsunami, respondió sin casete: “Yo no quiero hacer política, soy simplemente una ciudadana que está harta, como el resto de la gente. El fin de semana asaltaron a mi nieta (Lucía). Volvía con sus amigos en el auto y, cuando bajaron, unos ladrones les cazaron las carteras a ella y a todas sus amigas (...) Unámonos, por favor. Luchemos, ya que nadie hace mucho por la gente, que sepan que estamos con ellos y no nos agarremos de una palabra. No es normal que te peguen un tiro por un celular. Hoy veo a la mañana que a uno lo degollaron por un teléfono, que a otro le pegaron un tiro por 10 pesos. Los delincuentes tienen que pagar. ¿Y cómo? Porque yo no veo que hagan nada, ni siquiera una idea. Así no llegamos a ningún lado”.
En carne propia. El sábado 7, dos ladrones encapuchados ingresaron a la quinta de Georgina Barbarossa (54) en Mar del Plata, y la despojaron de varias joyas, 2600 pesos, 200 dólares, cámaras de fotos, tres anillos de oro y una notebook. A cambio, le dejaron un miedo atroz y una enorme indignación a cuestas. Todavía conmocionada, la actriz habló sobre lo sucedido a micrófono abierto. Catarsis pura. “Uno tiene que terminar agradeciendo que no estaban drogados y que me reconocieron. Me dijeron ‘Georgina, disculpá, te queremos, pero tenemos que comer’. Argentina es víctima de un sistema perverso y absurdo, donde no hay educación ni trabajo. A la gente que necesita hay que darle educación y trabajo, no limosnas. Estoy harta de los gobiernos que no hacen nada y les dan más plata pensando que así se va a solucionar algo. La Argentina ya es Colombia, esto no es una sensación de inseguridad, esto es inseguridad. ¿Hasta cuándo esto va a seguir así? ¿Cuántas generaciones va a haber subalimentadas y de chicos sin educación? Somos todos víctimas, nosotros y ellos. ¿Hasta cuándo es esto?”.
Qué buena pregunta, Georgina. ¿Hasta cuándo?

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