domingo, 6 de diciembre de 2009
Se llamaba Solange Magnano y era una de las favoritas de Roberto Piazza, pero la obsesión por verse mejor la llevó a la muerte tras un tratamiento de belleza.
Era modelo, este miércoles 2 de diciembre hubiera cumplido 38 años, había sido Miss Argentina en 1994, era una de las favoritas de Roberto Piazza y una mujer hecha y derecha, según quienes la conocieron. Pero encontró la muerte mucho antes de lo pensado a causa de un tratamiento estético.El afán por verse perfecta llevó a Solange Magnano a someterse a un tratamiento estético en los glúteos para sacarse celulitis, y todo terminó con su muerte.La modelo santafesina que vivía en Córdoba falleció el domingo 29 tras estar internada cuatro días en una clínica de la localidad bonaerense de Avellaneda por una complicación pulmonar originada del tratamiento estético que consiste en aplicarse inyecciones de polimetilmetacrilato (PMMA) para eliminar la celulitis. Al parecer, algo se complicó, sufrió una embolia pulmonar y falleció. Su mejor amiga y también manequenne Mónica Billotti explica a Semanario cómo se sucedieron las cosas: “Ella vino a mi casa el miércoles 25. Estaba súper contenta. Yo misma la acompañé al centro de estética ubicado en el barrio de Belgrano y me quedé hasta último momento cuando ya estaba en el quirófano. Después me fui porque tenía que ir a dar clases en la escuela de Piazza. A las 9 de la noche me llama la médica Mónica Portnoy y me dice que vaya a buscarla porque Solange se había descompensado. Yo me estaba retrasando, entonces la llamé para avisarle que ya llegaba y ahí fue cuando me dijo que estaba en el Hospital Fernández; entonces me fui directo para ahí. Pero no la pude ver. Después, Portnoy llamó al marido y de ahí en más ellos estuvieron con ella. La llevaron al Sanatorio Itoiz y ahí falleció, el domingo”.Según el diseñador Roberto Piazza, Solange “se enteró de este tratamiento por la tele y porque esta doctora Mónica Portnoy hacía publicidad en algunas revistas donde prometía que en dos meses la celulitis se iba. Algo mágico, imposible”. A su vez, Piazza no deja de resaltar que Solange “no necesitaba ningún tratamiento de esos. Ella se había retocado las lolas después de amamantar y estaba impecable. Esto fue el afán de verse perfecta”. Algo con lo que Mónica coincide: “No lo necesitaba, pero las mujeres somos así de perfeccionistas”.La modelo fue Miss Argentina en 1994 y desarrolló su carrera profesional en Europa. En los últimos años se había instalado en San Francisco, Córdoba, donde abrió en el 2007 una escuela de modelos llamada Actitud Models, y era modelo Piazza. El diseñador cuenta que Solange viajó a “Europa y allá tuvo una trayectoria muy buena. Después volvió a la Argentina, se casó y tuvo gemelos, que hoy tienen ocho años. Un día se me presentó diciéndome que quería trabajar porque extrañaba las pasarelas. Yo me pregunté dónde había estado porque era tan bella. Ella era santafecina, pero vivía en Córdoba con su marido e hijos y sólo venía a Buenos Aires para desfilar conmigo”. Con tono de enfado, Piazza agrega: “Era brutal; tenía una cara, un pelo, un cuerpo increíbles. Estaba estupenda, no sé para qué quiso hacerse esta huevada. La plata le sobraba, desfilaba por amor”.En la misma Línea, Billotti dice: “Espero que al menos esto sirva como ejemplo”.Al cierre de esta edición, el marido de Solange, Gustavo Hugo Rosso, dueño de Casa Rosso Hermanos, la funeraria más importante de Córdoba, preparaba a su esposa para el velatorio. El viudo negó de plano que la muerte de su esposa fuera consecuencia de una mala praxis.
;;
Subscribe to:
Entradas (Atom)